| 16 de septiembre de 2012 | |
Una marea humana dice “basta ya”
La convocatoria unitaria sindical de la USO, CC.OO, UGT y CSIF y de más de 150 organizaciones sociales ha sido un clamor masivo en contra de las políticas del Gobierno, de la entrega del poder de decisión al poder financiero y a organismos supranacionales y una expresión de reivindicación de la soberanía del pueblo en la toma de decisiones trascendentales para todos, ya que las que se están imponiendo, contradicen las propuestas que conformaban el programa con el que el Partido Popular llegó al poder. La gente ha expresado en la calle claramente y de manera pacífica, que hay otra forma de hacer las cosas y que hay especialmente una manera diferente de salir de la crisis. Precisamente, Julio Salazar, Secretario General Confederal de la USO, ha dejado bien claro, tanto en la rueda de prensa anterior a la marcha como en su alocución ante los concentrados, que “es necesaria que todos cumplamos con nuestras obligaciones fiscales, porque de ser así, ya no estaríamos padeciendo un problema de déficit público y por tanto no estaríamos siendo víctimas de políticas antisociales”. En ese sentido Julio Salazar ha reclamado “una reforma fiscal” recordando que para salir de la crisis, no solo hay que trabajar en el recorte del gasto público sino que, especialmente, hay que centrarse en el capítulo de los ingresos, cuya caída severa, es la causa real del desajuste de las grandes cifras del estado.
Un gran fraude y una gran estafa. Así han calificado miles de manifestantes la política del gobierno que socializa las pérdidas y privatiza los beneficios en lugar de rescatar a las personas a cuyo servicio debe estar la economía y no al servicio del mundo financiero.
Estos argumentos junto con los recortes sociales, la devaluación de la función pública, las políticas que están desmontando paulatinamente el Estado de Bienestar existente, la deriva autoritaria y de regresión social son los ejes que han dado lugar a que la presencia en las calles haya sido mayoritaria. Todas estas razones y la posibilidad real y cercana de un rescate de la economía española, son los hechos que han dado lugar a que la Cumbre Social, reclame al Gobierno la celebración, con carácter urgente de un referéndum para que se validen o rechacen las graves decisiones que se están tomando y que están causando dolor en amplias capas de la sociedad, profunda injusticia social, aumento de la desigualdad y aceleración de la espiral recesiva de la economía y, por tanto, aumento del desempleo.
 La Cumbre Social ha dejado bien claro que la convocatoria del referéndum por parte del presidente del Gobierno, sería un signo de salud democrática. En la mente de todos, y en los discursos de los intervinientes, ha quedado bien claro que el rescate será nefasto para la gran mayoría de la ciudadanía tal y como se está poniendo de manifiesto en Grecia, Portugal e Irlanda, países rescatados que a día de hoy están peor de lo que estaban.
La gravedad de la situación no ha impedido que, pese a todo, los manifestantes hayan expresado sus reivindicaciones en medio de un ambiente de normalidad democrática porque, muchos de ellos han dejado bien claro que hay alternativas y sobre todo, que hay esperanzas. Otra forma de salir de la crisis sin tanto dolor, es posible y a ello se va a aplicar la Cumbre Social a partir de este momento.
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