USO informa
Castilla y León
06/10/2011
El Árbol sondea por segunda vez la adquisición de la cadena Dinosol
Cajas. El consejero delegado del grupo castellano y leonés plantea la operación en el último Consejo de Administración de Madrigal, sociedad de las cajas
iGNACIO GIL (SPC) / VALLADOLID
Los caminos de las cadenas de distribución alimentaria El Árbol y Dinosol vuelven a cruzarse. El Consejo de Administración de Madrigal ha mantenido recientemente una reunión convocada de manera específica para tratar sobre Grupo El Árbol, con asistencia del consejero delegado de la compañía, Juan Pascual. Sobre la mesa, la posibilidad de que la empresa de Castilla y León pueda retomar, casi cuatro años después del primer intento, la operación de adquisición de la canaria Dinosol. Según diversas fuentes conocedoras del citado encuentro celebrado en septiembre, el grupo de directivos, que cuenta con un 30 por ciento del accionariado de la distribuidora, es favorable a este movimiento societario de gran envergadura con el objetivo de duplicar el tamaño de El Árbol con una firma con la que se mantiene gran complementariedad territorial.
Para poder hacer frente a la compleja financiación de una posible oferta, el grupo de directivos de El Árbol, denominado Castellana de Capital Inversión, habría propuesto una ampliación de capital en la que su participación, sin nuevas aportaciones, quedaría por tanto reducida en peso. Pero la solución no se presenta sencilla. Mientras en el sector se da por sentado que la operación tiene varios novios, en el seno del consejo de administración de El Árbol, otro de los accionistas minoritarios, Empresarios Integrados -sociedad formada por el presidente del ‘holding’ multiservicios Grupo Norte, José Rolando Álvarez, y por el constructor Fernando Martín-, que cuentan con el 20 por ciento de la distribuidora alimentaria, no parece dispuesto a realizar nuevos esfuerzos financieros y antes optaría por contemplar desinversiones de su parte.
SOCIO MAYORITARIO. La pelota quedaría en cualquier caso en manos del accionista mayoritario, la sociedad de capital riesgo Madrigal, propiedad de las cajas de ahorro de la región ahora integradas en diferentes grupos bancarios o, como es el caso de España-Duero, sumida en la fase final de una fusión de que desde el punto de vista contable no estará operativa hasta el próximo 1 de enero.
La toma de decisiones se puede complicar en este sentido al estar referenciada ahora su aprobación a cuatro grupos bancarios diferentes (Bankia, Banca Cívica, Caja 3, y el resultante de la fusión de Unicaja con la entidad que preside Evaristo del Canto). El propio presidente de España-Duero se sienta desde hace año y medio en el primer sillón de responsabilidad de Madrigal y también en el del Consejo de Administración de El Árbol, una triple condición que puede ralentizar cualquier operación de importancia que surja hasta al menos el próximo año, cuando ya se encuentre funcionalmente consolidada la fusión de la principal entidad financiera de la Comunidad con la andaluza.
Por otra parte, se da la curiosa circunstancia de que Bankia se encuentra representada en ambas compañías de supermercados. En Dinosol es la firma de referencia (herencia de Caja Madrid) del grupo de bancos acreedores que ha tomado el control de la cadena tras la salida de Permira y en El Árbol mantiene intereses a través de Madrigal, en la parte trasferida por Caja de Ávila y Caja Segovia al grupo que preside Rodrigo Rato.
El Árbol siempre ha reconocido que el ADN de su estrategia de crecimiento siempre ha residido en ganar volumen por adquisiciones de otras cadenas, bien mediante la compra de activos, como es el caso de la integración en su red 19 supermercados Spar en la provincia de Burgos, actualmente pendiente de la resolución de la Comisión Nacional de la Competencia, bien estando alerta de las operaciones societarias de concentración que presente el mercado, como es la nueva oportunidad de Dinosol.
El Gobierno regional viene defendiendo desde hace años el crecimiento sostenido de El Árbol como motor estratégico para el importante sector agroalimentario regional, aunque en el momento presente, a diferencia de hace cuatro años, no tiene presencia en el capital de la compañía, después de salir del accionariado la empresa pública Sodical , que contaba con un diez por ciento de las acciones, para facilitar en 2009 la adquisición de la cadena aragonesa Galerías Primero mediante la entrada de Caja Inmaculada con un ocho por ciento y la compra de otro dos por ciento a través de la autocartera de la sociedad.
Para poder hacer frente a la compleja financiación de una posible oferta, el grupo de directivos de El Árbol, denominado Castellana de Capital Inversión, habría propuesto una ampliación de capital en la que su participación, sin nuevas aportaciones, quedaría por tanto reducida en peso. Pero la solución no se presenta sencilla. Mientras en el sector se da por sentado que la operación tiene varios novios, en el seno del consejo de administración de El Árbol, otro de los accionistas minoritarios, Empresarios Integrados -sociedad formada por el presidente del ‘holding’ multiservicios Grupo Norte, José Rolando Álvarez, y por el constructor Fernando Martín-, que cuentan con el 20 por ciento de la distribuidora alimentaria, no parece dispuesto a realizar nuevos esfuerzos financieros y antes optaría por contemplar desinversiones de su parte.
SOCIO MAYORITARIO. La pelota quedaría en cualquier caso en manos del accionista mayoritario, la sociedad de capital riesgo Madrigal, propiedad de las cajas de ahorro de la región ahora integradas en diferentes grupos bancarios o, como es el caso de España-Duero, sumida en la fase final de una fusión de que desde el punto de vista contable no estará operativa hasta el próximo 1 de enero.
La toma de decisiones se puede complicar en este sentido al estar referenciada ahora su aprobación a cuatro grupos bancarios diferentes (Bankia, Banca Cívica, Caja 3, y el resultante de la fusión de Unicaja con la entidad que preside Evaristo del Canto). El propio presidente de España-Duero se sienta desde hace año y medio en el primer sillón de responsabilidad de Madrigal y también en el del Consejo de Administración de El Árbol, una triple condición que puede ralentizar cualquier operación de importancia que surja hasta al menos el próximo año, cuando ya se encuentre funcionalmente consolidada la fusión de la principal entidad financiera de la Comunidad con la andaluza.
Por otra parte, se da la curiosa circunstancia de que Bankia se encuentra representada en ambas compañías de supermercados. En Dinosol es la firma de referencia (herencia de Caja Madrid) del grupo de bancos acreedores que ha tomado el control de la cadena tras la salida de Permira y en El Árbol mantiene intereses a través de Madrigal, en la parte trasferida por Caja de Ávila y Caja Segovia al grupo que preside Rodrigo Rato.
El Árbol siempre ha reconocido que el ADN de su estrategia de crecimiento siempre ha residido en ganar volumen por adquisiciones de otras cadenas, bien mediante la compra de activos, como es el caso de la integración en su red 19 supermercados Spar en la provincia de Burgos, actualmente pendiente de la resolución de la Comisión Nacional de la Competencia, bien estando alerta de las operaciones societarias de concentración que presente el mercado, como es la nueva oportunidad de Dinosol.
El Gobierno regional viene defendiendo desde hace años el crecimiento sostenido de El Árbol como motor estratégico para el importante sector agroalimentario regional, aunque en el momento presente, a diferencia de hace cuatro años, no tiene presencia en el capital de la compañía, después de salir del accionariado la empresa pública Sodical , que contaba con un diez por ciento de las acciones, para facilitar en 2009 la adquisición de la cadena aragonesa Galerías Primero mediante la entrada de Caja Inmaculada con un ocho por ciento y la compra de otro dos por ciento a través de la autocartera de la sociedad.
ver noticia
