domingo, 25 de marzo de 2012

CCOO DE CANARIAS

Canarias

CC.OO. minimiza el giro de Dinosol

 

Para la organización sindical, la venta de activos «no rentables» es insuficiente

Día 24/03/2012
El sindicato CC.OO. en Canarias considera que las operaciones de venta tanto de activos «no rentables» en la Península —las tiendas Supersol— como ahora del negocio mayorista, «Cash Diplo», en Península y Canarias, contribuyen, por una parte, a aligerar la deuda que pesa sobre Dinosol Supermercados pero, por otra parte, no alivia «el principal problema de la empresa: el desequilibrio entre el activo y el pasivo», según informaron fuentes la organización.
«Dinosol se queda tanto con la parte rentable del grupo, las tiendas canarias Hiperdino e Hiperdino Express, pero también con la deuda, que no asume Maxima y, mientras, la empresa sigue en manos de los bancos, esperando a que otra empresa la compre», aseguraron. En opinión del sindicato, mayoritario en las tiendas Hiperdino e Hiperdino Express de las Islas, «el problema no es la cuenta de resultados del año, sino el activo y pasivo de la compañía; los ingresos y las distintas operaciones para mejorar la empresa no van a ser suficientes para solventar los problemas que arrastra», entre otros, que las deudas superan el valor de sus activos. No obstante, CC.OO. reiteró que las dificultades de la compañía no tienen su origen en la carga que representa la deuda, sino que es «la consecuencia de un ciclo de explotación que no genera fondos suficientes para autoabastecerse».
Para la organización, el proceso de segregación en sí mismo, en principio, «no representa un peligro para el empleo, aunque sí lo puede ser la forma de realizarlo» por dos motivos. En primer lugar, señala, «puede llevar a desequilibrios que afecten negativamente a una de las partes segregadas si, por ejemplo, uno de los negocios carga con más deudas que el otro». El hecho de que los activos peninsulares estén vendidos pudiera dar lugar, según estas fuentes, «a que se haya imputado menores deudas para facilitar la entrada de capital ajeno». Por otro lado, el sindicato «pone sobre aviso» que la compañía, bien bajo los actuales propietarios o bajo la dirección de las futuras que entren a formar parte del capital, acometerá «un proceso de reestructuración que le aleje de los números rojos y es muy posible que dicho proceso pase, más que por la reducción de plantilla en cada tienda o reducción salarial, por el cierre de unidades de negocio menos rentables, reduciendo su volumen global de gastos fijos a los que tiene que hacer frente el margen bruto obtenido por las ventas».